La Bicolor afrontó con determinación su gira internacional en noviembre de 2025, con dos amistosos claves: primero ante Rusia en San Petersburgo, y luego frente a Chile en Sochi. Estos partidos representan un punto de inflexión para Perú en reconstrucción, aunque quedaron más dudas que certezas con el rendimiento de los jugadores.
Hay muchos aspectos para analizar sobre el desempeño de la Bicolor, pero acá me tomo el tiempo suficiente para hacerlo y sacar cuentas de cara a los desafíos que se vienen para nuestra Selección.

🤔 La Bicolor dejó más dudas que certezas en la Fecha FIFA
El combinado peruano afrontó esta doble fecha con una convocatoria equilibrada, integrando jugadores consolidados y nuevos talentos que buscan un espacio en el proyecto técnico. La planificación consideró partidos de gran exigencia física y mental, lo que permitió observar con mayor precisión el estado real del equipo frente a Selecciones de diferentes perfiles.
En el primer duelo, ante Rusia, en términos tácticos se buscó sostener la posesión y alternar entre presión alta y bloque medio, un funcionamiento que dejó espacios pero también permitió recuperar el balón en zonas favorables. El empate 1-1 terminó siendo un resultado útil para evaluar la competitividad del plantel ante un rival europeo.
Mientras tanto, en el segundo duelo, con Chile, se observaron momentos positivos en circulación de balón, movilidad por las bandas y presión tras pérdida. Pero las falencias defensivas y la falta de contundencia en tramos clave explican la caída, dejando un resultado que sirve como alerta respecto a la necesidad de mayor concentración y solidez estructural de la Bicolor.
📈 Análisis y proyección para Perú
Estos dos amistosos, aunque de carácter no oficial competitivo, tenían un valor estratégico enorme para la Bicolor. Primero, sirven como banco de pruebas: el nuevo cuerpo técnico puede experimentar con diferentes figuras, probar esquemas y construir una base de jóvenes que puedan aportar en las Eliminatorias de la Copa Mundial 2030.
Por otro lado, el rendimiento ante Rusia y Chile deja claro que Perú no parte desde cero. Ha demostrado carácter para reaccionar, aptitud para generar ocasiones ofensivas y cierta versatilidad táctica. Pero los resultados también evidencian las áreas donde debe mejorar: mayor solidez defensiva, mejor gestión de partidos cuando se tiene ventaja, y una definición más precisa en momentos decisivos.
Además, la derrota frente a Chile podría servir como lección. El equipo debe trabajar para mantener la concentración incluso con ventaja y evitar que la superioridad numérica se diluya por imprecisiones. En el medio, reforzar la transición entre líneas será clave para asegurar que las buenas jugadas se traduzcan en resultados.
💪 Preparativo mundialista para 2030
Estos amistosos tienen una doble lectura para la afición y para la prensa: por un lado, son una oportunidad para evaluar el proyecto de Barreto; por otro, marcan una antesala a un futuro competitivo más exigente, ya sea en Eliminatorias o torneos importantes.
La gira en Rusia y el enfrentamiento con Chile demuestran que Perú no teme buscar rivales de alto nivel ni jugar bajo presión. Si logra pulir las áreas débiles identificadas, puede construir una base sólida que le permita aspirar a recuperar protagonismo en América del Sur tal y como lo hizo hace solo algunos años.
Conclusión
En resumidas cuentas, más allá de los resultados, la Bicolor obtuvo información valiosa para avanzar en su proceso de renovación. La gira internacional permitió medir el nivel competitivo del plantel, probar nuevas variantes tácticas y observar el rendimiento de futbolistas llamados a tener un rol más importante en el próximo ciclo.
Con trabajo, ajustes defensivos y una mayor claridad en la propuesta ofensiva, Perú tiene margen para crecer y volver a ser un equipo competitivo en Sudamérica. La Fecha FIFA ante Rusia y Chile se convierte así en un punto de referencia para orientar las mejoras necesarias y construir una identidad sólida hacia el futuro.






